Esta fue una de mis mejores experiencias, ya que conocí a fondo cada una de las dificultades de nuestros campesinos, ves como de manera clara ellos subsisten sin tener ninguna comodidad, solo dependen de unos pequeños trabajo como vender pollos, asear montes y sus siembras de arroz o de lo que tengan. Son personas muy felices y sobre todo muy complacientes con cualquier persona que esta en su entorno, me agrado pasar esos momentos de solidaridad y humildad frente a mis vecinos LOS DEL CASTILLO!
Maryorie Bonilla.
A pesar de no tener las comodidades de una casa , el afecto de tus padres o hermanos pude compartir en un mes con 22 personas maravillosas más la gente de la comunidad con los cuales algunas veces hubieron peleas pudimos superar esos obstáculos y lograr ser la familia del Castillo. Gracias a la gente de la comunidad aprendí hacer más humilde, a valorar lo que tengo y poder vivir lo que la gente el campo vive día a día.
Carla Polo.
